En tiempo discontinuo

A Irene, el sueño y la realidad de cada día

Mañana será mañana
si es que el hoy no lo atraviesa
con su filosa impúdica certeza,
si el oxido de los días no arremete
los engranajes de sus entrañas,
si la carta olvidada y amarillenta
no se convierte en una hoja del otoño,
y por si acaso alguna mujer
viene con un invierno transparente en sus ojos;

será mañana, mañana
cuando a la orilla de un café
se desperece un sueño vagabundo
y salga ileso a la calle
luego de la discusión frente al espejo;

será mañana tal vez
si el amanecer es junto a ti,
si amanezco junto a tus labios,
si despierto acariciando
un sueño sobre tu piel
y tu sonrisa ahuyenta a la rutina
que golpea a la puerta;

será mañana cuando el reloj
atrase cinco minutos
para amarte cinco minutos más,
será por si acaso que el tiempo se detenga
que quedaré frente a ti
y nada más importe en este mundo.