domingo, 14 de septiembre de 2008

Manifiesto de un amor desprolijo

Eres el pan
y eres la manzana,
eres el alimento
y eres el pecado,
eres lo que quedó del ayer,
por tanto eres hoy
y serás mañana;

Vestida eres lo que amo,
desnuda eres lo que deseo,
eres alquimia de medianoche
y la luz que asoma cada amanecer,
eres azar y te vas
eres destino si te encuentro,
eres misterio y te descubro
eres enigma y me desespero,
eres quizá y tal vez no estarás;

Eres la sombra que cae y resbala,
ceremonia del silencio,
pena que se concibe
y el café que se enfría
y el reloj que atrasa,
baldosa floja de la nostalgia
y silueta que se dibuja bajo la luz de un farol.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cajita de música

Esta noche faltó la luna,
faltaste tú
y me olvidé de soñar.

- I -

El después fue una gota de sangre,
el borrón de una lágrima
sobre las cosas que no se dijeron,
una mancha de saliva y carmín
sobre esos días que recuerdan poco o nada
salvo lo triste que se sucede
como girando en la calesita
de la plaza vacía.

Yo, viajero sobre tu piel
queriendo llegar a tus huesos
me alimenté de tu ternura
que es como el pan
que hacen las manos más delicadas
y me quedé en el hambre y la soledad
perdiéndote al destino
de algún otro camino, sin brújula,
sin norte ni sur,
sólo con esta pena que llevan mis pasos.

- II -

Salgo a buscarte
quizá no suponga lo lejos que estás,
me lleva la mitad de saber que cuando
tome tus manos no las voy a soltar;
me lleva la mitad de saber que cuando
encuentre tu belleza sólo podré morir o matar.

Me confunden los cantos de las sirenas,
las “Julietas” de esquinas que derrochan excesos,
las miradas astilladas del cristal de la noche,
los vasos que se vacían,
los besos que arden,
la sed que no se quita.

Me pierde este desierto
de huellas que se borran,
de vientos que arrastran arenas,
de salidas que no existen,
de laberintos que terminan en tus ojos,
de ojos que terminan en la luna somnolienta
que renace en tu cuerpo
que se sumerge en tu alma
que me recuerda tanto a ti.