lunes, 30 de junio de 2008

Desarmando desvelos

I- LA PARTIDA

Yo me fui despacio
no quise volver atrás,
solo intenté cerrar los ojos
pero los dejé entreabiertos
para verte una vez más;
pensar que quizá pudimos reír juntos
mientras hoy lloramos en distintos rincones.

II- EL DESTINO

Lo que sabes tú es donde encontrarme,
yo en cambio sólo sé buscarte;
por esos caprichos del destino
que me sorprende desafiante
con su mueca maleva y el azar.

III- SOBRE TU PRESENCIA AUSENTE

Es raro cuando esos días tristes
de lluvias y tardes vacías,
puedo sentir tu nostalgia,
cuando se me resquebraja el alma
y tus lágrimas destiñen mi corazón.

IV- EFITAFIO DEL RENACER

Se me fueron tantos amaneceres
desde aquel amanecer
tantos amaneceres que no sé
donde el sol los guarda.

miércoles, 18 de junio de 2008

Sobre condenas y condenados

Ellos pidieron a gritos:

¡Muerte al poeta!,
Crucifíquenlo,
Clávenlo sobre su cruz
Que es esta vida;
De rodillas y a sus pies
Una poesía lo llorará,
Una poesía sabrá de su muerte.

¡Muerte al pobre!,
Crucifíquenlo,
Clávenlo sobre su cruz
Que es el hambre;
De rodillas y a sus pies
La pobreza lo llorará,
La pobreza sabrá de su muerte.

¡Muerte al que pide igualdad!,
Crucifíquelo,
Clávenlo sobre su cruz
Que es la desigualdad que ríe
Y se frota las manos;
De rodillas y sus pies
Su ideal lo llorará,
Su ideal sabrá de su muerte.

¡Muerte a la verdad!,
Crucifíquenla,
Clávenla sobre su cruz
Que es la cruz del poeta,
La cruz del pobre,
La cruz del que pide igualdad.

Nosotros esperamos hoy:

La insurrección del poeta,
La insurrección del pobre,
La insurrección del que pide igualdad:
El nacer de nuestra revolución.

lunes, 16 de junio de 2008

Vaivén de pensamientos

Es a través de un vidrio empañado
que se ven las calles con ojeras de no dormir ,
pero ahora pongo atención a tus labios,
que dicen miles de cosas
entre murmullos y palabras suaves,
para entonces,
no es la carta hecha cenizas
ni el “quizá” deshojando margaritas,
no es el segundo que se escapa de su tiempo
ni el té con limón enfriándose a las cinco,
no es el antes del después
ni el amor con puntos suspensivos,
no es la llegada de junio
con un puñado de hojas secas,
ni las estrellas que se quedan sin cielo
en alguna noche cenicienta,
no son los caminos trazados sin rumbo
ni los bolsillos vacios de ilusiones,
no son las tizas de colores ni la rayuela
ni las mañanas sin flores ni primaveras,
no son los “de veras” cuando digo que te extraño
ni los pasos agitados y ligeros,
no son las palomas mensajeras sin mensajes
ni el violín viejo y desafinado,
no son las torpes sombras que se tropiezan
ni el mar y su rompiente,
no son las bocanadas de humo del cigarro
ni mis manos acariciando otras piernas,
no es la gente amontonada apresurándose
ni las llegadas tarde a la oficina;
nada de eso ocupa mis pensamientos
nada de eso estorba en lo que siento;
mi mundo termina en ti
y eres todo lo que quiero.

lunes, 9 de junio de 2008

Pieza de otoño

Mujercita,
solcito que desarmas mis días,
sonríes,
acaricias mis mañanas,
andas desordenando los amaneceres
y asustas a la frívola rutina.

Subes por la escalera
por la que bajan mis dudas,
me muestras el horizonte desnudo
donde se esconden mis sueños
(en el regazo del horizonte de tu cuerpo).

Ya pruebo una vez más
el azúcar de tu piel;
ya veo una vez más
como desgaja de luces el destello de tus ojos.

Te vistes de nube
y de amor en pretérito imperfecto,
te besas con la lluvia,
intentas el irte y el volver,
esa suma de cosas que te hacen
de verdad y pureza
de simple y de belleza;
y yo intento una vez más
quedarme con otra de tus sonrisas.

jueves, 5 de junio de 2008

Rutinario

De verdad me he caído
muchas veces de este equilibrio,
al borde de tempestades,
al borde de los abismos,
al borde del poniente sobre los techos de zinc,
al borde de las tardes, nostalgias de empedrados
y charcos,
al borde de ver gente con hambre en los ojos,
al borde de ver al poderoso hacer su propia ley.

Y el equilibrio no estaba entonces,
era como caminar en medio de la oscuridad total,
caer al vacío desde la nada,
trapecista sobre la soga
que luego amarraría en mi cuello,
como se siente ese nudo,
en medio del frío helado de la estación,
donde el niño sin cuento mira con ojos opacos
desde el siniestro lugar donde esta parado.

Y hasta donde caer entonces?
hasta que fin será absoluto caer,
donde vaya a saber encuentre mas abajo;
siempre hay mas abajo,
siempre se puede caer más
y mucho más,
y más,
más
no.