sábado, 19 de enero de 2008

Social I

Subiré al cielo, le pondré gatillo a la luna y desde arriba fusilaré al mundo, suavemente, para que esto cambie de una vez. - Raúl González Tuñón

Cuando se tiene frío
no se puede sonreír a la vida...
Puede sonreír el que tiene una cama para dormir,
el que tiene una casa que lo espera para refugiarse,
pero no se puede jamás olvidar que hay quien no tiene cama
que el refugio de muchos es el firmamento con estrellas
o sin ellas;
que muchos duermen sus sueños en el banco de una plaza.

Cuando el niño triste de la calle
busca las migajas y alguien que le preste la sonrisa
la bolsa cotiza en wall street
y los señores de saco y corbata van apurados a su rutina;
todos miran de reojo la pobreza y se niegan a reconocer la realidad
y nadie ve que el hambre mata
y nadie ve la miseria que ronda por doquier.

Cuando el que menos tiene revuelve la basura
y la esperanza se le destiñe de a poco
hay algo que no funciona bien
mientras otros rien con su champaña
y comen con dos, cuatro, seis cubiertos.

Que me sea la vida cierta;
que al despertar mañana en una cama
y un lugar digno que vivir
todos puedan comer su pan,
todos puedan conseguirlo trabajando decentemente
y que lo que nos amenace cada día
sea el amor que nos estalle en igualdad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay ay ay amigo Tomas cuanto de certero tienen tus poemas? Ese sentimiento de desazon que uno siento cuando ama tanto y unilateralmente.. Muchas veces la esperanza se derrumba..

Sin dudas me encanta lo que escribis, y ahora incursionas en lo social... Gracias y mas gracias por dejarnos disfrutar de estos poemas tan interesante.

Abrazo amigo!

Thami dijo...

La poesía no sólo puede hablar de amor, de princesas y mundos fantasticos. La poesía también deber ser un medio de denuncia, sino el amor y un mundo mágico en el que todo es perfecto, se vuelve tan superfluo y falso.

Me gusta como escribes, sigue compartiendonos tu poesía en este blog y por el Club...

Lilyán de la Vega dijo...

Me encanta tu poesía amorosa y, sobre todo, esta incomodidad que sientes ante la injusticia y la desigualdad. La protesta y la poesía son viejas compañeras que se llevn muy bien.

Pongo un link en una entrada de mi blog sobre estos temas, a este poema que me encantó.

Saludos desde este otro país tan distinto al tuyo en apariencia; tan parecido en injusticias.

Lilyán.

Anónimo dijo...

Hola Rodrigo... Las noches son realmente más frías cuando la desigualdad y el hambre
son lo único que abundan.
Muy sabia tu poesía, además de tierna.
Te regalo una sonrisa, yo que injusta y tristemente sí puedo sonreir.
¡Que las musas estén de tu lado!
Un beso grande.
Lore